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falta mano de obra

La gran paradoja del mercado español es que hay puestos que se quedan sin cubrir, nada más y nada menos que más de 109.000, al mismo tiempo que 3,1 millones de personas están en el paro y buscando trabajo.
Y no, no se trata solo de perfiles tecnológicos, como pudiera pensarse, sino también de empleos tradicionales en la construcción, el sector servicios, el campo…
Hablamos, sí, de expertos en tecnologías y análisis de datos o sanitarios (más demandados incluso a raíz de la pandemia), pero también DE TORNEROS, FRESADORES, ENCOFRADORES, CARPINTEROS, CAPATACES, OPERADORES DE GRÚA, MONTADORES, TRANSPORTISTAS, camareros…
Son empleos que en el siglo pasado eran muy demandados, los trabajadores con estas capacitaciones además de encontrar trabajo sin problemas, rápido y seguro, se beneficiaban de los sueldos más altos de sus sectores y que, pese a ello, hablamos de categorías profesionales que han ido desapareciendo tanto de los institutos de formación profesional como del mercado, hasta el punto que estos puestos vacantes se están cubriendo con profesionales de otros países por el efecto llamada que ha producido la falta de mano de obra española.
Si pretendemos que España se reconvierta y vuelva a mirar a la industria dentro de nuestras fronteras, es necesario los chavales que van a salir al mercado de trabajo se formen en estas profesiones, de lo contrario se necesitará recurrir de nuevo a mano de obra extranjera y se convertirá en un serio problema no solo para la empresa, sino también para el sistema económico y social del país, porque no hablamos de un sector único el que está afectado ni un segmento único: son diversos y diferentes sectores y umbrales económicos.

La falta de trabajadores, que ya no puede cubrirse ni con la mano de obra extranjera, se está extendiendo cada vez más en muchos sectores y lugares de España, lo que está generando graves problemas a las empresas españolas, principalmente a las pequeñas y medianas: un 70% de estas 109.000 vacantes se encuentran en compañías de menos de 200 trabajadores.

Más de la mitad de los más de 3,1 millones de parados no cuentan con formación alguna, ni siquiera estudios de Secundaria, ni tienen cualificaciones relacionadas con las tecnologías y la comunicación. Existe un claro ejemplo de desacoplamiento de la política formativa con las necesidades de la empresa, a lo que se suma las deficiencias en el catálogo de ocupaciones de difícil cobertura, que son las únicas plazas que se pueden cubrir con mano de obra extranjera y que se redacta cada mes por el Ministerio.
Mejorar la formación
En esta misma línea, el presidente las pymes advierten de que la escasez de talento, que afecta a más del 56% de las empresas, es una «cuestión crítica» para España, que además deberá competir con otros países para captar a los mejores profesionales.
Es imprescindible mejorar la oferta formativa en España, ya que es «la puerta definitiva para el empleo».
Pensemos que la tasa de actividad se acerca al 80% en los niveles universitarios, pero está por debajo del 40% entre quienes tienen baja cualificación, que sufren una tasa de paro del 30%.
La propia representación de la PYMES APUESTAN por que las empresas se esfuercen en «ser más atractivas para captar talento», con ganchos como facilitar la conciliación familiar y personal, permitir el teletrabajo u ofrecer formación y reciclaje para la plantilla y, mejorar los salarios.

Intervienen:

L

Inmaculada Arenas

Consultora en Relaciones Laborales

L

Humberto Sánchez

Consultor en Gestión Empresarial

L

David Lorenzo

Consultor en Marketing Digital

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